El cristianismo en el siglo XX se caracteriza por una fragmentación acelerada. El siglo vio el levantamiento de grupos liberales y conservadores, así como una secularización general de la sociedad occidental. La Iglesia católica romana instituyó muchas reformas para modernizarse. Los misioneros hicieron incursiones en el lejano oriente, estableciendo seguidores en China, Taiwán y Japón. Al mismo tiempo, la persecución en la Europa oriental comunista y la Unión Soviética trajo a muchos cristianos ortodoxos a la Europa occidental y a los Estados Unidos, aumentando el contacto entre el cristianismo occidental y oriental. Además, el ecumenismo creció en importancia, cuyo comienzo fue en la Conferencia Misionera de Edimburgo en 1910, aunque se critica que Latinoamérica haya sido excluida debido a que la predicación protestante en Latinoamérica ha sido frecuentemente anticatólica
Ella también vive y sufre en su propia carne los acontecimientos que marcan el ritmo en cada etapa de la historia. Por eso decimos que este siglo se han experimentado grandes cambios.
Consecuencias positivas y negativas de la Revolución Francesa:
Negativas:
Empobrecimiento económico.
Disminución de las vocaciones sacerdotales.
Positivas:
La Iglesia recobra su libertad.
Los obispos se dedican a organizar la pastoral de su Iglesia.
Se construyen nuevos lugares de culto y se crean nuevas parroquias.
Se da una aproximación mayor entre los obispos y el Papa, que puede nombrar directamente a los obispos.
Los cristianos y la Primera Guerra Mundial
La postura de los cristianos fue de una identificación total con los objetivos de sus estados nacionales. Ser cristiano significaba ser patriota, incluso se rezaba por el éxito de nuestras armas.
Acontecimientos que ocurrieron después de la Guerra:
La R. Rusa permitió la realización de un concilio y la elección del patriarca de Moscú.
En Francia reina la paz religiosa: el 16 de mayo fue canonizada Juana de Arco.
Por otra parte surgen en Francia movimientos cristianos, que reciben el nombre de Acción Católica especializada, VIEJO PEDORRO de esta manera contribuían a la recristianización de Francia.
Surgieron una gran cantidad de grupos cristianos que al principio todos estos movimientos estaban dedicados a los jóvenes, a través de ellos intentan vivir y transmitir el Evangelio a la sociedad.
Los cristianos y la segunda Guerra Mundial
Les sirvió para interrogarse la postura que tenía que tomar ante tanta muerte y violencia.
Para todos los que la vivieron fue un verdadero desastre: muerte, violencia, destrucción...
La mayoría de los judíos murieron en la cámara de gas (6.000.000).
Las Iglesias protestaban por la persecución a los judíos.
En Francia, la Iglesia se sintió apoyada por el gobierno francés.
La Iglesia de la posguerra
Repercusiones políticas y religiosas:
Se modificaron las fronteras de Europa. Alemania quedo dividida en dos:
En la URSS, la lucha antirreligiosa es violenta, especialmente en los Estados Bálticos.
En Lituania los presbíteros se resisten a la sovietización.
En Francia tuvo gran éxito la democracia cristiana.
Formación de la OTAN en 1949.
La Iglesia francesa desea renovar el pastoral, con el fin de recristianizar la sociedad.
El movimiento ecuménico
Es un movimiento de acercamiento entre los cristianos llamado ecumenismo.
Nació en el siglo XIX en las iglesias protestantes.
En 1935 Lyon impulsó la celebración anual de una semana de oración para pedir por la unidad de los cristianos.
En 1948 se creó en Consejo Ecuménico de las Iglesias, integrado por las iglesias protestantes y ortodoxas.
Negativas:
Empobrecimiento económico.
Disminución de las vocaciones sacerdotales.
Positivas:
La Iglesia recobra su libertad.
Los obispos se dedican a organizar la pastoral de su Iglesia.
Se construyen nuevos lugares de culto y se crean nuevas parroquias.
Se da una aproximación mayor entre los obispos y el Papa, que puede nombrar directamente a los obispos.
Los cristianos y la Primera Guerra Mundial
La postura de los cristianos fue de una identificación total con los objetivos de sus estados nacionales. Ser cristiano significaba ser patriota, incluso se rezaba por el éxito de nuestras armas.
Acontecimientos que ocurrieron después de la Guerra:
La R. Rusa permitió la realización de un concilio y la elección del patriarca de Moscú.
En Francia reina la paz religiosa: el 16 de mayo fue canonizada Juana de Arco.
Por otra parte surgen en Francia movimientos cristianos, que reciben el nombre de Acción Católica especializada, VIEJO PEDORRO de esta manera contribuían a la recristianización de Francia.
Surgieron una gran cantidad de grupos cristianos que al principio todos estos movimientos estaban dedicados a los jóvenes, a través de ellos intentan vivir y transmitir el Evangelio a la sociedad.
Los cristianos y la segunda Guerra Mundial
Les sirvió para interrogarse la postura que tenía que tomar ante tanta muerte y violencia.
Para todos los que la vivieron fue un verdadero desastre: muerte, violencia, destrucción...
La mayoría de los judíos murieron en la cámara de gas (6.000.000).
Las Iglesias protestaban por la persecución a los judíos.
En Francia, la Iglesia se sintió apoyada por el gobierno francés.
La Iglesia de la posguerra
Repercusiones políticas y religiosas:
Se modificaron las fronteras de Europa. Alemania quedo dividida en dos:
En la URSS, la lucha antirreligiosa es violenta, especialmente en los Estados Bálticos.
En Lituania los presbíteros se resisten a la sovietización.
En Francia tuvo gran éxito la democracia cristiana.
Formación de la OTAN en 1949.
La Iglesia francesa desea renovar el pastoral, con el fin de recristianizar la sociedad.
El movimiento ecuménico
Es un movimiento de acercamiento entre los cristianos llamado ecumenismo.
Nació en el siglo XIX en las iglesias protestantes.
En 1935 Lyon impulsó la celebración anual de una semana de oración para pedir por la unidad de los cristianos.
En 1948 se creó en Consejo Ecuménico de las Iglesias, integrado por las iglesias protestantes y ortodoxas.
A pesar de las polémicas en torno a la educación y al matrimonio, el liberalismo había terminado por aceptar el Concordato de 1887, pero sin abandonar su aspiración a reformar al texto vigente, para adaptarlo a la realidad nacional, como proclamó en la Convención Liberal de 1935: allí aclara que no es de su esencia ser un partido de propaganda religiosa ni antirreligiosa, pero proclama la libertad de cultos y se muestra partidario de la escuela gratuita, única, laica y obligatoria. También considera que la vida civil debe ser regida por la ley civil: por ello, debe llevarse el divorcio vincular a la legislación nacional.
Por esto, esos años se vieron caracterizados por una intensa polarización en torno a la reforma constitucional de 1936, a la cual se opuso el episcopado en pleno y el directorio conservador: no se podía admitir como Constitución colombiana, afirmaban los obispos, "una cosa" que no interpretaba "los sentimientos y el alma religiosa de nuestro pueblo", pues se suprimía el nombre de Dios del encabezamiento del texto constitucional y la mención de la religión católica como elemento esencial del orden social. Además, se suprimía el reconocimiento explícito de los derechos de la Iglesia, su exención de impuestos para templos y seminarios, su dirección de la educación, etc. Se hablaba, afirman los obispos, de "libertad de cultos en vez de una razonable tolerancia", se sustituye la mención de "la moral cristiana" por la de "orden moral", que es "una frase vaga y ambigua". En resumen, sostienen los obispos, se cambiaba "la fisonomía de una Constitución netamente cristiana por la de una Constitución atea".
Por esto, esos años se vieron caracterizados por una intensa polarización en torno a la reforma constitucional de 1936, a la cual se opuso el episcopado en pleno y el directorio conservador: no se podía admitir como Constitución colombiana, afirmaban los obispos, "una cosa" que no interpretaba "los sentimientos y el alma religiosa de nuestro pueblo", pues se suprimía el nombre de Dios del encabezamiento del texto constitucional y la mención de la religión católica como elemento esencial del orden social. Además, se suprimía el reconocimiento explícito de los derechos de la Iglesia, su exención de impuestos para templos y seminarios, su dirección de la educación, etc. Se hablaba, afirman los obispos, de "libertad de cultos en vez de una razonable tolerancia", se sustituye la mención de "la moral cristiana" por la de "orden moral", que es "una frase vaga y ambigua". En resumen, sostienen los obispos, se cambiaba "la fisonomía de una Constitución netamente cristiana por la de una Constitución atea".
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