sábado, 30 de enero de 2010

Herejías en la historia de la Iglesia.

El Adopcionismo.

El adopcionismo es una explicación sobre la divinidad de Jesucristo hecha por Prisciliano. Aquellos que sostenían el Adopcionismo negaban la preexistencia de Cristo y por tanto su deidad. El Adopcionismo enseña que Jesús fue probado por Dios y después de pasar esta prueba y ser bautizado, se le concedió poderes sobrena
turales y fue "adoptado" como Hijo de Di
os. Esta doctrina errónea sostiene que como recompensa por sus logros y carácter perfecto, Jesús fue levantado de entre los muertos y fue "adoptado" como parte de la Trinidad.

Albigenses

Esta herejía surgió en la Edad Media en el pueblo de Albi, en el sur de Francia. Esta enseñaba que había dos dioses: el dios bueno, identificado como Jesús en el Nuevo Testamento y el dios de la oscuridad y el mal generalmente asociado con Satanás. Todo lo que era material era considerado "malo" incluyendo el cuerpo humano, el cual, de acuerdo a esta doctrina, había sido creado por Satanás. El alma fue creada por el dios bueno y ahora se encontraba aprisionada en el cuerpo malo; la salvación era posible solamente a través de vivir una vida santa y ha ejecución de buenas obras.

Esta doctrina enseñaba que si una persona había sido lo suficientemente espiritual, la salvación podría ser obtenida. Pero si la persona no había sido lo suficientemente buena, dicha persona reencarnaba como un animal o como otro

ser humano. Los Albigenses negaban totalmente la resurrección del cuerpo debido a que éste era malo.

Los Albigenses enseñaban que Jesús era Dios pero que solamente dio la apariencia de ser hombre mientras estuvo en la tierra. También enseñaban que la Iglesia Católica de ese tiempo estaba corrompida por el poder y el dinero.

Apolinarismo

Herejía creada por Apolinar, él sostenía que aunque Jesús fue un hombre, Él no tuvo una mente humana sino que su mente era totalmente divina. Además enseñó que las dos naturalezas de Cristo no podían coexistir en la misma persona. Su solución fue reducir la naturaleza humana de Cristo.

El Apolinarianismo fue condenado por el Concilio Vaticano Segundo en Constantinopla en 381, ya que esta herejía negaba la humanidad verdadera y total de Jesús, lo cual pone en riesgo el valor del sacrificio de Jesús, ya que es declarado ser menos hombre que Dios para el sacrificio. Él necesitaba ser Dios para ofrecer un sacrificio puro y santo de valor suficiente y también necesitaba ser totalmente hombre para morir por el resto de la raza humana.

Arrianismo

El Arrianismo se desarrolló alrededor de del año 320 después de Cristo en Alejandría, Egipto. Su nombre se debe a Arrio, su principal defensor; debido a sus doctrinas Arrio fue enviado al exilio en el año 325 después de que el Concilio Ecuménico de Nicea declarara sus enseñanzas como heréticas. De las herejías que nacieron en los primeros siglos de la historia de la Iglesia, el Arrianismo fue el que consiguió conquistar mayor cantidad de adeptos. Algunos dicen que casi destrona la doctrina sostenida como ortodoxa por la iglesia tradicional.

Arrio enseñó que solamente Dios el Padre era eterno y que Él era demasiado puro e infinito para aparecer en la tierra. Por lo tanto, Dios produjo a Cristo, el Hijo, de la nada como el primero y mayor de todo lo creado. De acuerdo con esta herejía, el Hijo fue quien creó el Universo. Sin embargo, a la relación entre el Hijo y el Padre no erala misma en naturaleza. No ambos eran divinos. Pero Dios había decidido adoptar a su creación como a su Hijo. Pero que aunque el Hijo había sido una creación, debido a su gran posición de autoridad, él era digno de ser adorado y mirado como si fuera Dios mismo. Algunos Arianos hasta llegaban al punto de sostener que el Espíritu Santo había sido la primera y mayor creación del Hijo.




Origen de La Iglesia Cristiana!!


Durante los primeros 280 años de la historia cristiana, la cristiandad era un delito, fue prohibida por el imperio romano, y los cristianos fueron terriblemente perseguidos, ya que se negaban a prestar servicio militar y de igual manera se niegan a prestar culto imperial; siendo castigados a través de encarcelamientos, condenaciones, penas capitales y persecuciones. Sin embargo esto cambió después de la conversión del emperador romano Constantino. Constantino legalizó el cristianismo en el Edicto de Milán en el año 313. Después en el 325 d.C. Constantino convocó al Concilio de Nicea en un intento por unificar la cristiandad ya que por la herejía de Arrio, la religión se estaba dividiendo; como resultado de este concilio se crea el "Credo Ecuménico". Constantino visualizó el cristianismo como una religión que pudiera unir al Imperio Romano, el cual en ese tiempo comenzaba a fragmentarse y dividirse. Mientras esto hubiera parecido ser un desarrollo positivo para la iglesia cristiana, el resultado fue todo menos positivo. Al igual que Constantino se negó a adoptar de lleno la fe cristiana, sino que continuó con muchas de sus creencias y prácticas paganas; así también la iglesia cristiana que Constantino promovió era una mezcla del verdadero cristianismo con el paganismo romano.

Constantino descubrió que con la gran extensión del Imperio Romano, tan diverso y expansivo, no todos accederían a renunciar a sus creencias religiosas y abrazar el cristianismo en su lugar. Así que Constantino permitió, y aún promovió la cristianización de la creencias paganas. Y así, creencias completamente paganas y totalmente anti bíblicas le dieron nuevas identidades al Cristianismo

El origen de la Iglesia Católica es el compromiso del cristianismo con las religiones paganas que la rodeaban. En vez de proclamar el Evangelio y convertir a los paganos, la Iglesia Católica “cristianizó” las religiones paganas, y “paganizó” el cristianismo. Al mezclar las diferencias y borrar las características distintivas, si, la Iglesia Católica se hizo a sí misma atractiva a la gente del imperio romano. Uno de los resultados fue que la Iglesia Católica se convirtiera en la religión suprema en el “mundo romano” durante siglos. Sin embargo, otro resultado fue la más dominante forma de apostasía del cristianismo del verdadero Evangelio de Jesucristo y la verdadera proclamación de la Palabra de Dios.